“El fiestón” es una actividad que se realiza para festejar a los niños de escasos recursos, organizado por los alumnos de CAS en el Programa del Diploma IB y con el resto del colegio como voluntarios. Los alumnos de 11º trabajaron durante 3 meses en la planeación y posterior ejecución, aprendiendo a colaborar, delegar, responsabilizarse y trabajar orientados a resultados.
El hecho de poner de acuerdo a todo un salón no es fácil, sin embargo, los alumnos hicieron lo posible para realizar ésta fiesta con la ilusión de impactar positivamente a un sector tan vulnerable como la niñez. Gracias al apoyo de toda la comunidad Greenville logramos conseguir comida, juguetes, dulces, piñatas, el espacio para realizar la fiesta y el transporte para traer a los niños desde sus comunidades para regalarles un día de alegría.
Los niños asistentes son pertenecientes a las escuelas Florentino Hernández, Manuel Campos Payró, Josefa Ortiz de Domínguez (ubicadas en las zonas aledañas y dentro del basurero municipal) y de la Casa Hogar del Ejército de Salvación; cada una con necesidades muy particulares y diferentes, todas de nivel socioeconómico muy bajo.
Durante la visita que hicimos a las escuelas, las maestras nos comentaban de la ilusión de los niños por asistir ya que habían escuchado que se les daría pizza, lo cual nos conmovió profundamente y nos motivó a trabajar más. Adicionalmente a la anhelada pizza, les conseguimos inflables, muchos juegos, piñatas y regalos para cada asistente.
En CAS (Creatividad, Actividad y Servicio) buscamos que los jóvenes entiendan los grandes dones que tienen para dar y lo mucho que el mundo necesita su compromiso. Lo cierto es que en ocasiones puede ser abrumador, salir de una zona de confort siempre implica esfuerzo y trabajo. Sin embargo, ver cómo pueden (desde su edad y habilidades) mejorar el mundo es algo que no tiene precio.
El año pasado fueron 100 niños los asistentes, éste año somos más de 150. La idea es que cada año continuemos creciendo para que nuestro deseo de servir nunca se estanque, para que no nos quedemos de brazos cruzados. Las necesidades son muchas, pero nos queda la satisfacción de saber que ponemos de nuestra parte para que el bien gane, para llevar esa esperanza a quienes ya la han perdido.
No importa el tamaño de la obra ya que como decía la madre Teresa de Calcuta (uno de nuestros modelos propuestos por IB) “Sé que lo que hacemos es una gota de agua que se pierde en el mar, pero sin esa gota el océano estaría incompleto”.
Que no se quede incompleta nuestra sociedad sin el empeño que ponemos en Greenville para ser y formar personas íntegras y solidarias.