Este es el primer paso, conózcanlas por sus nombres y estudien todas aquellas reacciones que podrían causar en su organismo (por ejemplo, algunas como la ira hacen que se eleve la temperatura corporal, el miedo puede generar que el corazón se acelere, etc, aunque recuerden que no todos reaccionan de la misma manera ante las mismas circunstancias). Es necesario conocer a profundidad algo antes de poder modificarlo. De igual manera, enséñenle a sus hijos las emociones, en ocasiones, la mejor forma de aprender es enseñar (ya que antes de enseñar algo se debe estudiar y comprender).